Un poco de historia...

La cianotipia fue inventada en 1842 por el astrónomo inglés Sir John Herschel, quien buscaba una forma de hacer copias de sus notas.
Se caracteriza por la obtención de imágenes monocromáticas azules (cian) de aquí su denominación.
Durante el siglo XX, fue utilizada en la industria se utilizo principalmente para copiar planos arquitectónicos y notas de diseño ya que permitía hacer copias de planos de gran escala y de forma económica, conocidas como (blueprints).
Con los nuevos avances de la fotografía y la tecnología los cianotipos eventualmente fueron reemplazados por otras técnicas de impresión.

Primeros usos

Quien realmente lo llevo a la practica este proceso fue Anna Atkins, botánica y amiga de Herschel. Atkins hizo impresiones de fotogramas colocando plantas y algas (en lugar de un negativo) directamente sobre la superficie sensibilizada, y así empezó su bella colección botánica.
Sus especímenes de algas secas produjeron impresionantes fotogramas de una gran belleza, capaz de fusionar ciencia y arte en el s.XIX aunque su objetivo principal era totalmente didáctico.
Considerada la primera mujer fotógrafa por su libro realizado con esta técnica: “British Algae: Cyanotypes impressions” en 1843.

El proceso de la cianotipia

En comparación con los procesos fotográficos tradicionales, el proceso de la cianotipia es químicamente sencilla.
A diferencia del proceso clásico en el que se utilizan sales de hierro: ferrocianuro potásico y citrato férrico amoniacal (III), lo cual permite generar una solución sensibilizadora rica en hierro.
Se deberá colocar la solución de forma uniforme sobre papel, tela u otras superficies porosas.
Los productos químicos sensibilizadores reaccionan cuando se exponen a la luz, por lo tanto, este recubrimiento debe realizarse con luz tenue.
Una vez secas, las hojas ya están preparadas para la impresión.
Colocaremos la planta, objeto o negativo encima la hoja sensibilizada y la expondremos bajo la luz ultravioleta como la luz solar, por lo que los cianotipos se denominan impresiones solares.

Una vez transcurridos unos minutos (según la intensidad de la luz y el motivo a imprimir), las áreas opacas del motivo bloquean la luz, mientras que otras áreas quedan expuestas.

La copia adquiere diferentes tonos que pueden ir de entre un gris amarillento o bronce durante el proceso de exposición.
El paso final para su revelado y fijación es un simple, pero minucioso enjuague con agua, que retira el sensibilizador no expuesto en la copia.

Debajo de esa tonalidad amarilla, gris, bronce habrá un azul brillante derivado del hierro oxidado.
El azul se oscurece a medida que la impresión se seca para revelar la copia final.

Cómo hacer cianotipias

Para realizar unas 50 impresiones de formato DIN-A4 serán necesarios: 

20 g citrato férrico amoniacal (III) (verde) 

8 g Ferrocianuro potásico (rojo) 

200 ml agua destilada 

2 botellas opacas de 100 ml 

Diluir los 20 g de citrato férrico amoniacal (III) con 100 ml de agua destilada en una de las botellas opacas, creando la (solución A) y después haremos lo mismo con los 8 g de ferrocianuro potásico, 100 ml de agua destilada en la otra botella opaca, creando la (solución B). 

Para su óptima disolución primero pondremos solo la mitad de los 100 ml del agua destilada, agitando bien con las sales de hierro y una vez disueltos acabar de llenar la botella con el agua restante. Una vez tenemos las soluciones A y B preparadas, deben reposar unas 24 h antes de su aplicación. 

Guardar en lugar fresco, seco y resguardados de la luz directa. Una vez preparados, utilizar antes de los 6 meses.

Pasadas las 24 h ya están preparados para sensibilizar. La cantidad siempre será 1:1

A tener en cuenta:
La cianotipia es un método seguro para hacer en casa. Las sales de hierro empleadas no son sustancias nocivas para la salud siempre y cuando se haga una manipulación segura. Utilizar en espacios ventilados, utilizar guantes y mascarilla, no ingerir y evitar contacto con la piel. El ferrocianuro es peligroso si supera los 150º o si es mezclado con un ácido. Por eso es importante evitar las dos circunstancias. 

¿Qué es el azul de Prusia?

Las secciones expuestas de los cianotipos se vuelven de un color especial conocido como azul de Prusia.
Durante el enjuague final, estos pigmentos permanecen porque el azul de Prusia no se disuelve en agua.
El azul de Prusia, producido por una reacción química desarrollada a comienzos del siglo XVIII, se convirtió en un pigmento muy demandado entre los pintores de Europa y Japón (incluyendo a Hokusai) Para mostrar su riqueza, las familias también pintaban las habitaciones de sus casas de este tono profundo.

Cómo hacer cianotipias en casa

Hacer cianotipias en casa es sencillo, gratificante y relativamente fácil.
Para los fotógrafos o artistas más experimentados, pueden adquirir y mezclar los productos químicos para cubrir diferentes superficies con sensibilizador.
También hay kits de cianotipia y para familias o aquellos que buscan un proceso más rápido (el papel sensibilizado ya preparado).

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